El Marchante del Carrer Petritxol -Parte III y FIN-

El Marchante del Carrer Petritxol -Parte III y FIN-

Parte I

Parte II

……. «Exactamente veintiún gramos, ni uno más ni uno menos, en el momento en que firme Vd. el contrato, pase por nuestro gabinete, completemos la transmisión y le entreguemos la cantidad pactada, abultada cómo seguro recordará. A parte de esta mínima pérdida de peso, esta transacción no tendrá ningún otro efecto para Vd. De esta forma, al menos obtiene una compensación. Somos la mejor, sino la única, alternativa a regalarla, aunque eso sea lo que Vds. vienen haciendo, por superstición, desde siempre. Nosotros le ofrecemos un beneficio, real y tangible, en esta transacción, hoy y aquí, no mañana y en el más allá» Decenas de veces repetí este discurso con éxito, Mefistófeles, de existir, se hubiese sentido sin duda orgulloso de nosotros, recogimos nosotros más de las que él y su jefe hubiesen soñado.

Caso aparte eran las tiernas y puras, por suerte no resulta imposible encontrarlas en esta Barcelona convulsa en la que he tenido la suerte de vivir. Junto a las brillantes avenidas, están aquí el Raval y Somorrostro. Todo está allí en venta y se puede comprar, basta con tener los conocidos oportunos y contar con el capital necesario, de los primeros teníamos suficientes y de lo segundo, de sobra. Con esto, es fácil convencer a quién vende su cuerpo por obligación día sí y día también, para que venda otras pertenencias menos tangibles, más todavía si las haces creer que lo obtenido de la transacción les permitirá vivir, un tiempo al menos, con holgura y sin los quebrantos que su oficio les impone. Si y también la de su prole, quienes no tienen reparo en prostituir a su progenie poco han de tener en poner precio a aquello en lo que ya no creen. Me complacía a menudo paseando por aquellas calles, cómo le complace al ranchero vigilar sus rebaños, lo mismo que él obtiene de sus reses obtenía yo de estas gentes, fortuna.

Jamás sentí remordimientos o pesar por aquellos a los que privaba de su esencia, así son las cosas, no creo que un lobo sienta pena por las ovejas que consume, la naturaleza es despiadada y no hay lugar para la piedad entre los depredadores, está en su naturaleza cazar cómo está en la de las presas ser abatidas. Mejor fortuna en otra ocasión, para estar en mejor lado de la mesa y con mejores naipes.

Podéis pensar que os miento, si es así, bastará con que os asoméis a cualquiera de estos barrios y os fijéis en los grupos de niños que por allí juegan, prestad atención también a los que duermen en brazos de sus madres. Aquellos que veáis apartados de los demás, inanes, indiferentes a la risa y al juego, apáticos, siempre dormidos y ajenos a los mimos, esos es probable que hayan pasado por nuestro gabinete. Espero que su madre haya sabido utilizar bien lo que de allí sacó.

Se llenaban así nuestros estantes con peonzas, pequeñas muñecas y pulserillas de brillantes colores.

Entre todos estos recogíamos, sin remordimientos ni pesares, pagando por la transacción, acordando el coste y el beneficio. Si tocaba, también las hurtábamos, bajo demanda o por propia iniciativa, siempre que considerásemos posible el negocio.

No es tarea sencilla este saqueo, precisa de una cercanía y confianza que no se otorga sin más, pocos conozco que se pongan a roncar en presencia de desconocidos y en cualquier lugar. Por fortuna contaba yo con características que se revelarían especialmente valiosas para estas lides y me permitirían entrar en alcobas y dormitorios. Desde que yo recuerdo, era capaz de atraer, casi por igual, a mujeres y hombres, siempre que estos tuviesen ciertas inclinaciones, no demasiado aceptadas, pero más extendidas de los que pudiera parecer. Me resultaba a mi completamente indiferente yacer con las unas y con los otros, siempre que obtuviese lo que deseaba con ello y no era mi placer el principal motivo para hacerlo.

Entre el sudor y otros humores más privados, hallaba yo el momento para mi tarea, en el descanso del contendiente encontraba yo el instante adecuado para obtener aquello que guiaba estas incursiones. Bastaba con aproximar la cajita con las florecillas seleccionadas al aliento del yaciente, recitar los versos escogidos y esperar unos breves instantes. En alguna ocasión despertó mi amante para descubrirme con la cajita y la flor cerca de sus labios y a mi recitando el grimorio, mintiendo siempre salí con bien. «Acepta la flor cómo un presente en pago a la noche y la oda, que no es más que un viejo verso que uso cómo ofrenda a la belleza, siendo la tuya incomparable te pertenecería por derecho, lástima no sea de mi propiedad para entregártelo a ti como dueña suya», con estos sencillos engaños bastaba. Perdí en esas ocasiones la oportunidad. Más pronto descubrí que era poco riesgo si lo comparaba con todas las ocasiones en que pude recogerlas sin contratiempo. Unos pocos salieron con bien y ahítos de placer, afortunado puñado si no encontraron después un desalmado -irónico el termino para usarlo aquí- que no se conformase con lo poco que yo me llevaba.

Marchaba luego con la intención de no volver jamás a encontrarme con ellos, hubiese sido la noche provechosa o baldía. Aunque no siempre fue así, en mi juventud me solazaba yaciendo con conocidos, amigos incluso, aunque les ocultase a los unos y a los otros que me complaciese con ellos, más pronto dejé de hacerlo. Descubrí que acariciar y penetrar cuerpos sin alma es cómo intentar saciar la sed con frutas sin jugos, secas y agostadas. Sólo alguien que cómo yo conociese los entresijos del alma podría descubrir que el placer, sea carnal o espiritual, no puede satisfacerse completamente en ausencia de la llama que sabiamente los antiguos llamaban vital.

¿Qué pasaba con ellos después?, nada que el tiempo no hubiese acabado trayéndoles. Nada resulta eterno, todo es efímero, aunque su tiempo sea prolongado, nos engañamos atribuyendo eternidad a todo aquello que anhelamos: belleza, amor, cariño, amistad, altruismo. Más no es cierto, todo acaba pudriéndose y ajándose, sólo adelantaba yo esta realidad y les permitía apreciar lo que otros no ven hasta la vejez. El impulso se tornaba en ellos apatía, lo fresco se revelaba marchito, lo terso se ajaba, se apagaban y nublaban los colores, el sol se enfriaba, en el amor hallaban aversión y en la pasión, indiferencia, hastío en el cariño y en la esperanza, incertidumbre. Nada que la experiencia no hubiese acabado enseñándoles.

En estos trances he pasado mi tiempo. Aunque os complazca creerlo, no somos tan diferentes. Como a vosotros, a mí no se me permitió escoger lugar, tiempo ni familia, tampoco inclinaciones. La fortuna me acompañó, la ciudad en que nací, creció y cambio de tal forma que me ha permitido medrar cómo ninguna otra, pude pasear por el Eixample y Passeig de Gracia, disfrutar del sueño de aquellos que deseaban cambiar la realidad.

Si me hace diferente la aceptación, asumo mis deformidades, me complace mi corrupción, no hallo motivo alguno para denostarla, más aún cuando contemplo los hermosos resultados que me ha proporcionado. Algo si me entristece, no tener con quién compartirla, pensar que mi cuidadoso trabajo y paciencia no tengan continuidad. Pero es inevitable, soy el último de mi estirpe y nadie continuará el oficio que desde hace siglos han ejercido los míos, conmigo termina todo. Y antes de terminar ¿Qué pasará si intento que la mía sea la última entrada del catálogo? He firmado el contrato, con el viejo apellido que llevamos décadas ocultando, que me autoriza a probar. Los Crisantemos en la caja, sin adornos ni oropeles, y un poema de Rimbaud.

FIN

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Entrevista a @Roninliterario en Radio Cunit

Entrevista a @Roninliterario en Radio Cunit

Continuamos abriendo el abanico, en esta ocasión decidimos entrevistar a unos auténticos Ronin. Para quién no conozca el término, la wikipedia nos ilustra: Un rōnin (浪人 hombre vagabundo?, —un hombre errante como una ola en el mar—) era un samurái sin amo durante el período feudal de Japón. Muy apropiada la definición para una editorial que no precisa ni quiere amo.

Si os acercáis a su web, podréis leer lo siguiente: «Empezamos con nuestro blog de reseñas en julio de 2015, con el objetivo de difundir la literatura de género escrita por autores hispanohablantes. Decidimos ampliar nuestro proyecto y editar esos géneros que tanto nos apasionan. También traer otros de vuelta, así como potenciar la creación literaria de diversos géneros que tienen su origen en el cine, como el chambara (ficción samurái) y las artes marciales.»

Gemma Solsona, Roberto Magán, Iván Albarracín, Manuel Gris y yo mismo, dedicamos este programa a entrevistar a Raquel Mayorga y David Tourón para saber algo más sobre este interesante, arriesgado e imaginativo proyecto. Nos espera un programa en el que podemos aprender algo más sobre novelas de Género, literatura Japonesa y obras por entregas, todo es posible cuando estás dispuesto a arriesgarte y no hay más amo que tus ilusiones.

Programa 14: Ronin Literario

El Marchante del Carrer Petritxol -Parte II-

El Marchante del Carrer Petritxol -Parte II-

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….. Encontrada la mercancía, faltaría la oportunidad. Podría pensarse que es difícil o complicado, que precisa de sortilegios, ensalmos o ritos ancestrales, enrevesados y de difícil aprendizaje o comprensión, nada más lejos de la realidad, aunque en ocasiones nos guste adornar la transacción con ellos, basta para realizarlo con que el interesado se halle dormido. Por alguna razón, durante el sueño el vínculo entre lo material y lo inmaterial se debilita, llegando en ocasiones a desvanecerse dicha unión. Es este, el del descanso, el único momento propicio para llevar a cabo la extracción, en individuos despiertos el proceso parece imposible y generalmente conduce a la muerte del sujeto en cuestión. El sueño debe ser natural, el provocado por drogas o licores no suele funcionar, más de uno debería sentirse agradecido por ello, esto ha salvado a muchos de despertar con dolor de cabeza, resaca y sin alma. Aunque bien es cierto que fueron pocos de los que conocí aficionados a la embriaguez, que la tuviesen en mucha estima o siquiera supiesen de su existencia, más allá de lo que cuentan los párrocos, y si estos asistían a misa, más era por la posibilidad de catar el vino que por los sermones.

Con el sujeto dormido, en lactantes el mejor momento es el de la siesta después de mamar. Bastará entonces con seducir al hálito para llevarlo donde se precisa, después habrá que guardarlo. “Las almas se sienten atraídas por lo bello o lo extremadamente corrupto, pero sólo lo primero puede retenerlas y conservarlas”, mi padre lo repetía a menudo, como una letanía, mientras me instruía en el que sería mi oficio y pasión. Encuéntrese pues esa forma de tentarlas y guardarlas.

A las infantiles las encantan los juguetes, pulserillas y abalorios, no se precisa que sean costosos, elaborados o preciosos, una simple peonza o una muñequita de trapo o porcelana suele funcionar perfectamente, tanto en futuros condes como en desharrapados, ambos son entes sencillos en sus comienzos. Acompañar el juguete con una cancioncilla, nana o tonadilla infantil facilita la transmisión, un cuento puede servir también en esta función. Según los donantes se hacen mayores, las inclinaciones se complican y varían de unos a otros, pero una mezcla adecuada del objeto en que se guardarán (generalmente una cajita de taracea para ellos y de hueso o marfil para ellas), flores (siempre blancas: orquídeas, rosas, dalias, Chrysanthemun Leaucanthemum) y sonidos agradables, en mi caso prefiero por encima de la música la poesía, atraen perfectamente su atención. Retenerlas es sencillo, una vez se adentran en el objeto de su elección, suplantan de manera natural y sin dificultad la esencia original del elemento que la acoge. Pierde este entonces una parte de las características que su ser anterior le concedía. Así la madera cambia en el momento en que pasa a acoger una esencia humana, su peso se reduce y su tacto se vuelve más sedoso y cálido, su olor resinoso la abandona y es parcialmente sustituido por el peculiar de la piel. En el caso de las flores, el blanco original se torna azulado para las hembras y rosáceo para los machos, los niños suelen teñirlas de vivos tonos y también cambia su perfume, cómo ocurría con la madera, tornándose este lácteo en los de pecho y terroso en los más grandes.

Caso aparte son las corruptas (de todo hay en este negocio, también quienes las desean y buscan), estás ennegrecen los pétalos y las perfuman con hediondos aromas.

Una vez en su nueva residencia, basta con alejarse del anterior huésped antes de que despierte y asegurarse de que en ningún momento donante y objeto vuelvan a encontrarse en circunstancias propicias, despiertos no existe inconveniente más allá del probable desasosiego e irritación del que fuera propietario. Sacrificar al sujeto es una opción que se empleó largamente en épocas anteriores, ya no la usamos, más si cabe desde que hay policías organizadas en casi todos los países civilizados, emplearla generaría problemas de índole practica que, sin duda, encarecerían la mercancía, complicarían el proceso y pondrían en riesgo el negocio. Nadie en su sano juicio acudiría a la autoridad denunciando este robo y aunque fuese, ningún agente atendería su demanda. Si acaso la iglesia podría sentirse obligada a intervenir, interferimos sin su licencia en el que ha sido negocio suyo desde siempre, no hay problema por ese lado, algunos de nuestros principales clientes pertenecen a tan honorable institución.

soul-572357_1920Refinado el método, con la demanda asegurada y la mercancía, de mejor o peor grado, dispuesta, sólo faltaba en este negocio el marchante, el mercader que aproximase lo que unos tenían a los que otros demandaban, de la misma forma que el cerdo que coméis en el almuerzo no ha manchado de sangre vuestras manos, sino que lo compráis al carnicero de vuestra confianza y la ropa que vestís no ha sido zurcida en vuestro regazo, sino que la encargáis al sastre o la modista que os complace, igual hacemos nosotros.

Todo se compra y se vende, todo tiene precio, voluntad y virtud se pliegan al comercio, cualquiera de vosotros que haya disfrutado de un amor, si os gusta llamarlo así, comprado, lo sabe. Basta con saber la dirección a la que acudir, la persona a la que preguntar para obtener lo que deseáis, sea ello blanco o negro, virtuoso o corrupto. Vida, muerte, olvido, placer y dolor tienen un precio y un mercader dispuesto a su venta, clientes sobran. Es así cómo durante años mi estirpe vivió, medró y prosperó negociando con estas debilidades, vicios y pasiones. No podéis imaginar la riqueza que puede atesorarse si, dejando de lado remilgos inútiles, os atrevéis a negociar con los deseos de los pudientes, los verdaderamente poderosos, los que no temen ni al poder ni a su ejercicio y saben disfrutar de sus frutos. Nos mezclamos durante siglos con los opulentos como tratantes de sus oscuros deseos, necesarios cómo lo son la peste, el hambre y la muerte e inevitables cómo el destino, allí donde hubiese una necesidad, alguno de los míos se prestaba a satisfacerla, sin importar lo pestilente que pudiese ser, el oro reluce allí donde el resto de metales se pudre.

Y fue buscando la prosperidad que los míos llegaron hasta aquí. Desde su Bulgaria natal, de la que sólo conservan un apellido y el conocimiento que allí adquirieron, pasaron primero a Italia. En el Vaticano crecimos a expensas del deseo irrefrenable de belleza de la curia y la corte papal y establecimos alianzas y acuerdos, de allí nos expulsó la unificación. En secreto escapamos y decidimos probar fortuna en esta Barcelona que todos decían de los Prodigios. Las épocas terminan, las eras cambian y las ciudades que saben navegar esos vientos crecen y con ellas florecen necesidades que hasta entonces permanecían ocultas, escondidas a la espera de tiempos propicios. Exposiciones universales, Gaudí, Domènech i Montaner y Puig i Cadafalch llenando la ciudad de sueños modernistas; Paseo de Gracia y Via Laietana. La ciudad cambiaba y crecía, se transformaba, atraía artistas, capitales e industrias, con ellas llegaban gentes de todos los lugares con el único deseo de avanzar y satisfacer, en esa prosperidad, sus necesidades y deseos. Los ocultos e inconfesables también. Así llegamos hasta aquí y nos establecimos cómo marchantes, uno más entre los que aquí empezaban, de arte en el carrer Pretitxol. Apropiado oficio para quién lleva siglos satisfaciendo las ansias de coleccionar.

Comencé pronto con los rudimentos del negocio, de los negocios sería más apropiado decir, ordenar la mercancía menos valiosa y mantener al día los inventarios, los públicos y los que manteníamos a salvo en privado, limpiar el polvo, recibir y agasajar a los clientes antes de aliviar sus bolsillos. Reconocía yo, en alguno de los que nos visitaban al caer la tarde en busca de mercancías más inicuas, conocidos que por las mañanas compraban cuadros y esculturas.

Con la caída de la tarde pasaba a la trastienda y a otras tareas. Ordenaba entonces otras mercaderías. Cajitas, cálidas y livianas si estaban llenas, frías y más pesadas si esperaban huésped. Muñequitas y juguetes, palpitantes y de brillantes colores si algún infante las habitaba, inmóviles y mates si las disponíamos para algún negocio. Me aseguraba de que no se mezclasen las mercancías de mejor calidad con las de inferior categoría, a los clientes, sobre todo a aquellos que no tienen los recursos suficientes y tratan de aparentar su posesión, les gusta curiosear y revolver hasta que encuentran lo que les complace y me tocaba a mi después organizar lo que sus titubeos embrollaba.

Las noches estaban dedicadas al aprendizaje: que atrae a quién, donde guardar las unas y las otras, cómo seducir a las de los hombres, complacer a las de las mujeres y entretener las de los niños. No hay en esto guía precisa, sólo el tiempo y la experiencia enseña cómo debe tratarse cada una. Acompañar a mi padre en sus tratos me enseñó la importancia de la sensibilidad y la intuición, no hay manual en este oficio que supla al instinto y la práctica.

Crecí, maduré y pasé a tareas mayores y de más importancia. El proceso ya sabéis que es esencialmente sencillo y cuestión de orden, disciplina y hábito, no así obtener la materia prima, el material apropiado del que extraer nuestro género no puede comprarse en ningún mercado o negociarse en plaza alguna, no disponemos de agentes ni proveedores, debemos buscar entre los que nos rodean los dispuestos a convenir su traspaso, más aún si pensamos en lo más apreciados y demandados, niños y jóvenes no se venden ya en lonja. Aunque siempre hubo quién se acercó a nosotros con la intención de negociar, los más, hasta llenar nuestros almacenes, debíamos salir a buscarlos.

Y lo hacíamos, con preferencia entre los desharrapados, a estos no hacía falta mucho para convencerlos de que desprenderse de ese algo intangible y sin valor aparente, les permitiría obtener los caudales y fondos que precisaban para pagar sus deudas o cubrir vicios y anomalías que, en su estado de degeneración, consideraban más acuciantes que mantener aquello que nosotros confiábamos en comprar. Pero nunca despreciamos a nadie por clase o condición, curiosos incautos, espiritistas fanáticos, satánicos despistados, empíricos ateos, suicidas desahuciados, degenerados de buena cuna, nobles perversos y desgraciados de toda índole, a todos acogíamos y con todos negociábamos…… (Continúa y finalizará el 29/09/2017)

Radio Cunit. Nueva temporada. Doñana es arte

Radio Cunit. Nueva temporada. Doñana es arte

Con septiembre, además del otoño llega la nueva temporada de Adictos a las letras (Adictes a les lletres), el programa de la P.A.E. en Radio Cunit. En esta ocasión comenzamos con un hermoso proyecto solidario, tras el incendio sufrido en Doñana en el mes de Junio Nélida Alhambra decidió ir un poco más allá de las condolencias o la repulsa y poner en marcha un proyecto artístico, una forma diferente e imaginativa para recaudar fondos destinados a recuperar la zona y paliar los efectos del incendio.

El fruto de esta iniciativa es: «Doñana es Arte», iniciativa en la que han participado más de 300 artistas- Poetas, fotógrafos, ilustradores y escritores han aportado sus obras que verán la luz, proximamente, en dos libros, uno físico y otro PDF para descargar.

Si estáis interesados en el proyecto, además de escuchar el programa, podéis saber más en twitter, facebook, youtube o en Suseya Ediciones.

Gemma Solsona, Raquel Mayorga, Iván Albarracín, Manuel Gris y el que esto escribe hablamos con Nélida sobre este ilusionante proyecto.

Si ayer no sintonizásteis Radio Cunit, el programa podéis encontrarlo aquí o en el canal de iVoox de la P.A.E., tentado estoy de dejaros rebuscar por mi página hasta que lo encontréis pero al final me puede la bonhomía y os lo dejo aquí y si queréis suscribiros para no perder ni un programa… http://www.ivoox.com/s_p2_322708_1.html

 

El Marchante del Carrer Petritxol -Parte I-

El Marchante del Carrer Petritxol -Parte I-

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Si os dais un paseo por mi rinconcillo de vez en cuando, quizá leyeseis que allá por Abril y con motivo de Sant Jordi, recibí (junto a algunos miembros de la P.A.E.) una invitación irresistible en nombre de Apache Libros: colaborar en una antología sobre Barcelona en su vertiente Gótica. Fruto de esa colaboración, nació un libro que se vendió bastante bien y que a mí, más allá de mi colaboración, me parece un buen exponente de las diferentes formas en las que se puede afrontar un encargo así. El libro refleja diferentes sensibilidades y puntos de vista diversos, enriquecedor por tanto y entretenido, al menos eso esperamos todos los autores.

Han pasado casi seis meses de aquella aventura y me parece un buen momento para publicar por aquí mi colaboración, en esta ocasión me extendí algo más de lo que suele ser habitual en mi y por ello he decidido dividir el relato original en tres pedazos, hoy publico uno, el próximo viernes el segundo y el último de Septiembre el tercero que lo completa. Si os gusta y preferís acelerar la espera, podéis pasaros por la página de Apache Libros y comprarlo, además del mío encontraréis siete colaboraciones más que os harán disfrutar de una visión diferente de Barcelona, todas las ciudades tienen alma, brillante casi siempre, en esta ocasión nos imaginamos una más oscura que sabemos que también existe.

Sin más preámbulos, os presento a Stefano A. Santini, El Marchante del Carrer Petritxol, espero que lo disfrutéis tanto como yo lo he hecho escribiéndolo.

“¡Hay más cosas en el cielo y la tierra, Horacio, de las que se sueñan en tu filosofía!”

-William Shakespeare. Hamlet, Acto I, Escena V-

Luctuoso hallazgo en el Carrer Petritxol

Todo comenzó el miércoles, cuando los vecinos y comerciantes del carrer Petrixol despertaron con un desagradable hedor a carne quemada que llenaba la calle y se filtraba en las casas a través de las ventanas y los comercios, a través de los cierres a medio abrir a esa hora. Alarmados por la tremenda peste y lo que pudiese originarla, decidieron acercarse a las cercanas Ramblas e informar a la Guardia Urbana al respecto.

Dos agentes de ronda por el Carrer de la Portaferrisa, acudieron a la llamada de los vecinos y tras conversar con ellos y calmarlos, procedieron a personarse en el lugar. Realizadas las oportunas indagaciones se determinó sin ningún género de dudas, que el olor provenía de la conocida Galería de Arte y Antigüedades Santini, propiedad de Stefano tras la muerte de su anciano padre Sandro A. Santini. No atendiendo nadie a las repetidas y enérgicas llamadas de la autoridad y ante la posibilidad de que dentro hubiese algún fuego, los agentes procedieron a allanar el local, no sin antes encomendar a un par de vecinos que se habían acercado con ellos que buscasen y alertasen a alguno de sus compañeros de ronda en las cercanías.

Una vez dentro y no hallando en una primera inspección indicio alguno de fuego ni razón del hedor, procedieron a revisar el resto de estancias. Al llegar a la trastienda encontraron, además de constatar que allí parecía ser más intensa la pestilencia, el cadáver del propietario.

Los sorprendidos agentes fueron incapaces de localizar allí resto alguno que pudiese explicar el fétido olor. Si bien en la estancia se hallaron restos quemados y aún humeantes, ninguno de ellos correspondía a animales o carne. Las cenizas correspondían, en su mayoría, a pequeños juguetes de madera y latón, abalorios de vidrio, cajas de taracea y otras, más ricamente decoradas estás, de marfil y hueso; lo que parecían ser pétalos y papel completaban el montón. Restos que, a todas luces, no podían explicar el hediondo perfume que aún hoy, un día después, puede percibirse al pasar por delante del viejo comercio.

El forense de guardia indica en su informe preliminar que el finado no mostraba evidencia alguna de lucha, forcejeo o violencia. No había hematomas, moretones, rasguños ni heridas visibles. Se le halló sentado, en una silla colocada tras una mesa de despacho, en posición normal, cómoda incluso. Sólo su rostro mostraba una expresión de dolor y desasosiego que no podía atribuirse al Rictus Mortis, no sólo al menos.

A la espera del resultado de la autopsia, el forense atribuye la causa de la defunción a un ataque cardiaco. Ataque que debió sobrevenirle al infeliz mientras observaba consumirse la pira que, por alguna extraña razón que se nos escapa, había decidido organizar en la trastienda. Esta causa sería, además, explicación plausible para la expresión de su rostro, debido a la angustia y el padecimiento del infarto.

El misterio aumenta si, a todo lo relatado antes, unimos el hecho de que en la mesa se encontró una tosca caja de madera, semejante a las que se habían consumido en la pira. Esta sin adornos u ornamentos, sorprendentemente liviana y que contenía en su interior, junto a unos versos de Rimbaud, lo que parecían ser algunos ejemplares de Chrysanthemun Leaucanthemum, vulgarmente confundidas con las Margaritas, de un sorprendente color oscuro y repulsivo olor. Y para completar la escena y el misterio, bajo la caja se encontró un documento, redactado en latín y de título “Acta Collector”, firmado al final, en tinta roja, por S. Atanas. Todo lo anterior no hace otra cosa que incrementar, el ya de por si grande, enigma que envuelve este luctuoso hecho y nos hace dudar de la salud mental del infeliz difunto.

Este redactor espera que las investigaciones, que diligentemente lleva a cabo la policía, sirvan para sacar a la luz cuantos datos se precisen para esclarecer lo acaecido la noche del martes y expliquen de manera clara las circunstancias de la muerte del Sr. Stefano A. Santini y el origen de la tremenda peste que, comenzando en la trastienda, inundó la sala de exposiciones y después escapando bajo el cierre, la calle entera con la consiguiente alarma del vecindario.

Si hace unos años el Raval se despertaba con la noticia de que entre sus habitantes había una vampira, Enriqueta Martí, hoy el Gótico descubre que uno de los honorables marchantes de arte que llenan el carrer Petrixol, andaba en pactos con el demonio. Por fortuna, la Exposición Universal que ha tenido en Barcelona a su anfitriona, terminó hace una semana, si todavía nos acompañase quizá habría que abrir en el Pueblo Español otra casa, esta de los horrores, para acoger tanta rareza.

La Vanguardia, Jueves 23 de Enero de 1930

Traducción del Acta Collector (Diario del Coleccionista) hallado en la Galería Santini.

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Desde que el hombre existe hay quienes han deseado poseer y atesorar lo hermoso, lo raro, lo único e irrepetible. Unos atraídos por lo bello y otros por lo abominable y depravado. Coleccionistas todos, anhelan reunir aquello que a los demás les está vedado, sea por precio, escasez, rareza o degeneración. De entre todos ellos destacó pronto un selecto y reducido grupo, un puñado que imaginó lo hermoso que sería adquirir aquello que hace a los hombres diferentes del resto de bestias y seres que pueblan el orbe y a cada uno de ellos diferente del resto de los de su especie.

Creyeron entonces que, con el conocimiento suficiente, podrían recolectar almas, coleccionarlas y poseer tantas cómo les fuese posible acumular. Resultaban estos amantes por igual de lo hermoso y lo nefasto, pues puedo aseguraros que nada hay más hermoso que la posesión de esa esencia y nada más aborrecible que apropiarse de ella.

Sé que no me creeréis, unos por rechazar la existencia misma del objeto de ese deseo y otros por mera incredulidad, considerando imposible que se pueda sustraer el espíritu y aun si lo fuese, posible, que pudiese guardarse y menos aún exhibirse. No importa, aquellos que de verdad saben, no hallarán descabelladas mis palabras, no todo lo que existe es conocido ni accesible al común. Para el resto, mejor que no sepáis ni creáis y espero que nunca necesitéis negociar con la vuestra; si por desventura lo precisáis, no tendréis más que preguntar, os sorprenderá saber que habrá alrededor vuestro, quién sepa guiaros al lugar adecuado. Será entonces un enorme placer para mí tratar con vosotros, puedo aseguraros que el beneficio será justo para ambos y el trámite leve, por algo los míos llevan siglos manejando esta mercancía y viviendo, holgadamente añadiría, de este negocio.

Creáis o no en lo que os cuento, dejadme continuar un poco más, quizá pueda convenceros y quién sabe si atraeros a esta pasión.

Más allá de los reparos morales, ausentes por completo en estos pioneros. En primer lugar, debía resolverse un procedimiento adecuado y viable de obtenerlas y conservarlas, materia prima se encontraba de sobra, hombres hay muchos y cada uno es responsable en depósito de una, candidatos había pues suficientes, más el proceso no quedaba claro, las almas no se entregan cómo los besos, aunque puedas pagar o robar los unos y las otras, había que extraerlas y conservarlas, no había conocimiento ni acuerdo al respecto, y por todo ello, esta técnica, que puede realizarse de común acuerdo o a la fuerza, se reveló en extremo complicada.

Obstinados y pacientes, como sólo un coleccionista sabe serlo, lo intentaron de formas diversas, la vida importaba entonces tan poco cómo ahora, menos aún si contabas con el poder, la voluntad y la ausencia de escrúpulos necesarias. Muchos fueron los que entregaron, de buen grado algunos por la fuerza los más, sus vacías existencias en beneficio de esta naciente pasión.

Aliviado el primer trámite, eliminar el vínculo de los elegidos con la vida, trataban después de conservar todo aquello que consideraban candidato adecuado para acoger la esencia que ansiaban preservar. Sangre, vísceras (corazón, cerebro completo, glándula pineal), humores. Incluso hubo quienes buscaron la forma de conservar los hálitos inmediatamente anteriores a la defunción, iban bien encaminados estos últimos, pero todavía no podían saberlo. Todo ello en la creencia de que en alguno de estos podía contener el objeto deseado. Vanos intentos, ninguno de esos despojos, humores, icores, fluidos o vapores que probaron a conservar parecía contener la esencia que tanto ansiaban, o si la contenían no lo sabían con certeza, ni la forma de preservarla y no pudiendo guardarla, no tenía valor. Matar lo hacían muchos, con esmero y eficiencia ya que puede resultar una actividad placentera, más para ellos que buscaban obtener un bien mayor de cada muerte, no obtener lo deseado resultaba un fracaso.

¿Cómo se obtiene pues lo sutil? ¿cómo se detiene aquello que por naturaleza fluye?, sin dar respuesta a estas cuestiones todo intento resultaba vano. No sería hasta que los filósofos griegos desvelasen algunos de sus misterios que estos pioneros encontrasen la forma. Quizá no supiesen donde reside el alma, pero si aprendieron que puede desplazarse, y así lo hace, empleando ánemo o pneuma, soplos, hálitos. Si a esto añadimos que descubrieron la existencia de esencias semejantes a las humanas, pero con potencialidades diferentes, en todo lo que nos rodea: animales, plantas y objetos aparentemente inanimados, bastaría con guiar una humana hasta uno de estos entes y persuadirla o engañarla para que reemplazase la original. Se obtendría así una transferencia, descartados animales y plantas por la necesidad que de cuidados tienen y su corta esperanza de supervivencia, sólo quedaban los objetos inanimados cómo destino deseable, contaban estos además con la posibilidad de ornarlos y embellecerlos, añadiendo así esplendor al envoltorio.

Resuelta la primera cuestión quedaba refinar y depurar el proceso y la técnica, sólo se precisaba tiempo y medios. De ambos tenían los que precisaban, pudieron así desvelar que la sustracción era viable, si dispones de un sujeto dispuesto a ello o en la tesitura. Solo Debes encontrar quién la tenga en poco aprecio, por avaricia de otros bienes más tangibles, maldad, mezquindad o pecado semejante. Y aun estimándola hallarás quienes precisen obtener algo negociándola, otros hallarás que no son capaces de resistirse a la operación, en este caso los mejores eran niños, impúberes y ancianos, aunque cualquier otro resultaba apropiado si se hallaba el momento….. (Continúa el 22/09/2017)

Radio, un pequeño cambio

Radio, un pequeño cambio

Cómo sabéis, si os asomáis por aquí de vez en cuando, tengo una sección dedicada a los programas de radio que la P.A.E. emite en Radio Cunit cada miércoles, las dinámicas de la radio son inexcrutables, igual que los designios de dios (con minúsculas, no he conocido a ninguno con mayúsculas salvo, quizá, Cthulhu y eso porque al ser nombre propio la gramática obliga) y en su enorme e inexcrutable sabiduria han decidido cambiar la residencia de nuestras humildes colaboraciones. Si pulsaís los enlaces os llevaréis un chasco, a continuación os paso el canal en iVoox, ahí seguro que encontráis todos los programas (los nuevos también los iremos subiendo) y además como «bonus» teneis un par de charlas, todo ventajas.

Si hay quejas, el maestro armero estará encantado de escucharlas, si sois capaces de encontrarlo, si no lo encontráis yo os las apunto y se las paso en cuanto le vea.

Lo dicho, la colección completa de los programás de radio está aquí, si alguno no se ha dado cuenta de que el «aquí» anterior tenía una trampa, el enlace completo es: http://www.ivoox.com/podcast-adictos-a-letras-adictes-a-les-lletres_sq_f1322708_1.html

A disfrutar.

Vuelta al cole, vuelta a la actividad

Se nos acaba el verano, es inevitable, sucede cada septiembre, a cambio retomamos el curso, bolis nuevos y sin morder, libretas sin estrenar y un puñadito de ilusiones y planes que llevar a cabo y que ensuciarán los cuadernos y vaciarán los bolis.

Y volvemos a la radio, ayer pasamos un buen rato grabando cinco nuevos programas, que os iré subiendo por aquí según se vayan emitiendo. Doñana, Vampiros en Barcelona, entrevista a David Tourón y Raquel Mayorga de Ronin , Villanos en la literatura y Libros de Cine (La influencia del cine en la literatura o de la literatura en el cine) nos ocuparon la mañana del sábado. Gemma Solsona, Raquel Mayorga, Iván Albarracin, Manuel Gris y el que esto escribe, dedicamos una pequeña parte de nuestro tiempo a «chupar» micro y cada vez nos gusta más, espero que a vosotros también y podamos continuar compartiendo ratos e ideas con vosotros.