Nos temieron hasta que aprendieron a encerrarnos, nadie se asusta de lo que puede guardar en una estufa o un mechero. Aquello que calienta sus pies como lo hace un perro fiel o enciende sus cigarrillos.

Eones de libertad olvidados en esta jaula de feo diseño.

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.