Aquí me hallo, compuesto y sin mi blanca reina; todas mis tropas derrotadas o desperdigadas. Abatida mi hermosa caballería, caídas mis antes majestuosas torres, masacrada la muy fiel infantería y perdidos los alféreces. Sólo cuatro pobres peones me guardan, insuficientes para enfrentar las negras figuras que me acechan.
Mi vida en un jaque que se pronto será mate.
«Si aceptas la derrota y el desastre puedes jugar; solo entonces tendrás oportunidad de ganar»