Noches de verano, bebiendo Royal Crown, esperando que comenzase la proyección sobre una pared encalada.
Frias noches de Agosto, mirando al cielo de un pequeño pueblo de Toledo; buscando en él estrellas que ya no se pueden ver.
Cálidas noches de Agosto en las que me enamoré. Que ellas nunca lo supiesen, nada cambia en realidad.
Recuerdo todos los veranos, aquellos que deseé que nunca terminasen y los que quise que jamás hubiesen empezado.
Por eso, porque los recuerdo, se que el verano es una ilusión; sólo existe el invierno. Y sin embargo, sólo con la ficción es como sobrevivimos al frío.