Ningún yonqui echa en falta hoy fracasos para esnifar, errores que chutarse ni penas que trasegar.
No hay jóvenes en las mesas, nadie ahoga en alcohol y ruido su temor a no ser o no saber que será.
Ningún amante apresurado se besa en sus brazos. No hay enamorados tallando en sus tablones mensajes eternos de amor fugaz.
Ocupados en soñar, no hay niños trenzando recuerdos imborrables que el tiempo difuminará.
Sin infancia fugaz, cansada vejez ni madura decepción; solo y en paz, aprovecha el parque esta noche para descansar.