El Parque

El Parque

Ningún yonqui echa en falta hoy fracasos para esnifar, errores que chutarse ni penas que trasegar.

No hay jóvenes en las mesas, nadie ahoga en alcohol y ruido su temor a no ser o no saber que será.

Ningún amante apresurado se besa en sus brazos. No hay enamorados tallando en sus tablones mensajes eternos de amor fugaz.

Ocupados en soñar, no hay niños trenzando recuerdos imborrables que el tiempo difuminará.

Sin infancia fugaz, cansada vejez ni madura decepción; solo y en paz, aprovecha el parque esta noche para descansar.

Anuncio publicitario

Eva

Eva

Las manzanas nunca te gustaron, siempre preferiste el melocotón; del Árbol no aprendiste ni el nombre, era uno más en aquel enorme jardín.

La sabiduria, los conocimentos y los secretos no importan, ya no. Desde entonces prefieres la ignorancia; aquello que no se sabe no se teme.

Inocentes los dos, culpables si acaso de curiosidad o quizá por ser hijos de un dios histrión, sarcástico y mendaz.

Nunca Más / Nevermore

Nunca Más / Nevermore

«En una noche pavorosa, inquieto
releía un vetusto mamotreto
cuando creí escuchar
un extraño ruido, de repente
como si alguien tocase suavemente
a mi puerta: «Visita impertinente
es, dije y nada más »»
..
«Once upon a midnight dreary, while I pondered weak and weary,
Over many a quaint and curious volume of forgotten lore,
While I nodded, nearly napping, suddenly there came a tapping,
As of some one gently rapping, rapping at my chamber door.
’Tis some visitor,’ I muttered,tapping at my chamber door –
Only this, and nothing more.’»
..
Por supuesto el texto no es mío, se trata de la primera estrofa de «El cuervo / The Raven» de Edgar Alan Poe, la foto si es mía y mostrando al pájaro, nada de lo que yo pudiese imaginar se acercaría a lo expresado por el maestro, me permito pués la licencia de usarlo.

Si alguien quiere acompañar la lectura, nada mejor que Alan Parsons Project y su excelente disco dedicado a Poe, perfecto el ambiente.

The Raven

Abandonad toda esperanza

Abandonad toda esperanza

Almas apesadumbradas en fila interminable y eterna pasan bajo el terrible arco. Una tras otra, empujadas las primeras por todas aquellas que se hacinan temerosas detrás.

Corto es el tiempo del que disponen, apenas tres pasos, para leer lo que sobre sus cabezas está escrito, mensaje funesto el que les recibe: “¡Oh vosotros los que entráis, abandonad toda esperanza!”. Comienzan así, leyendo la irremediable y ominosa profecía, el odioso, pavoroso y prolongado descenso; ese que llevará a cada una al destino forjado

Siete círculos, siete paradas, siete posibilidades, siete sinos. Reservado el último para las más aborrecibles. Aguarda allí, paciente como la justicia, viejo cómo el tiempo y el pecado; siniestro, taciturno, terrible: El Príncipe, el único que levantó su voz y osó rebelarse. Aquel que no responde ante nadie, ese al que todos tememos y sólo unos pocos desean y obedecen.



—¡Excelencia!, EL (o ELLA que vaya vd. a saber como se nos ha levantado hoy) requiere de su presencia.

—¿Tiene que ser justo ahora?, tenemos un follón de mil demonios con el barullo de pecadores que se nos monta cada Noviembre. Además con la rampa atestada y medio en obras se nos eternizan en la bajada, ¿no se quedan los muy tunantes haraganeando y mirando por las barandillas como si esto fuese un espectáculo u obra pública? ¿No sabe acaso en su infinito conocimiento que tenemos esto lleno de descarriados y media plantilla de baja por estrés?

—Témome que sí Alteza, a las dos preguntas retóricas que me hacéis; lo sabe pero se la refanfinfla con largueza, ventajas de ser el capitoste máximo. Y tiene que ser justo ahora, en este preciso momento más lo que precise Vuecencia en desplazarse hasta su residencia, por supuesto. Me ha transmitido la urgencia de tratar con su Magnificencia algunos temas que no entienden de retrasos, demoras, excusas, prorrogas ni dilaciones. Y no se me queje su Ilustrísima, peor estábamos en verano con los permisos, las calorinas y las deserciones y nada de ello fue óbice para que concelebrasen sus señorías cónclave por San Juan. Y bien que lo pasaron si hemos de fiarnos de las risas y ocurrencias que hasta aquí abajo nos llegaban.

—!Na!, dos orujos que nos tomamos animando las tisanas. Debieras saber malandrín que, viejos como somos, ya no estamos para excesos y cualquier libación lo mismo puede conducirnos a la risa tonta como llevarnos al ebrio llanto. Por la primera nos dió en San Juan aunque también podríamos haber roto en desconsolados plañidos. Acompáñame pues al ascensor bribón ¡A saber que noble tripa se le habrá roto hoy y que ocurrencias escapan por el descosido!. Sujétame tu el rabo, no sea que se enrede en el bastón y acabe trastabillando y dando con mis pobres huesos y prominente frente en tierra.

—Mejor empleamos el montacargas su Señoría; su Providencia no quiere que se conozca su contubernio y fía en la cautela. Mejor la discreción de el elevador de servicio, nunca se sabe quién transita en el ascensor. Mucho ha costado que estos pánfilos que ahora nos atestan el descenso creyesen que no existíamos, no es cuestión de echar la perder lo hecho por un descuido en las formas.

—¡Sea pués el montacargas! No tiene uno edad ni cuerpo para tanto trajín ni tanta conspiración. Mira que era fácil antes, los aburridos al cielo a rascar la lira y el resto pa’bajo a disfrutar de los vicios eternos.  Se les llenó aquello y ahora pretenden que nos hagamos cargo del exceso ¡Ganas tengo de jubilarme y mandar todo al DIABLO, por DIOS!

Hogares, refugios, escondites o prisiones: «Casa Volada» de Gemma Solsona. Radio Cunit, Programa 40

Hogares, refugios, escondites o prisiones: «Casa Volada» de Gemma Solsona. Radio Cunit, Programa 40

La semana pasada os conté un poco más sobre el último libro del «broncas» de la P.A.E. Continuamos en este presentando libros y miembros de la P.A.E. Decía allí que si nos escucháis seguro recordaríais a Iván, me reitero ahora (es mi sino, la reiteración forma parte de mis filias), si nos escucháis es imposible que no reconozcáis a Gemma. Ella «borda» en todos nuestros programas la presentación. También asume el dificil papel de guiar a la panda de desquiciados que llenamos el estudio durante mdia hora, la que dedicamos al programa. Intentar ordenar el caos que representa hablar, con poca coherencia casi siempre, de cualquier tema que se nos haya ocurrido media hora antes y mientras tomamos un café (la mayoría) o una cerveza (los más viciosos), no es tarea fácil; a pesar de todo Gemma lo hace con total solvencia y hasta parece que hemos preparado el programa. Milagros de la radio y secretos del estudio.

Más allá de sus habilidades como equilibrista radiofónica, saca tiempo para escribir, enseñar a otros como hacerlo, comprar libros (que además lee), ir al cine, salir de cuantos Escape Room conoce, visitar parques de atracciones, pasearse por el mundo visitando lugares relacionados con la literatura (siempre que la maldita economía y las obligaciones laborales se lo permiten) e ir y venir a Gerona para cuidar de sus gatos (dos por más señas) y disfrutar de su marido (por ese orden estricto, gatos y marido).

Si de libros y escribir hablamos. Los que elabora son ejercicios de trabajada filigrana, delicada relojería suiza, elaborado encaje y cuidada escenografía. Todo confeccionado y engarzajo con cariño y dedicación para el disfrute de los lectores (y aunque no lo vaya pregonando, la autora).

De el que hoy hablamos: «Casa Volada», no podía ser menos, sin duda es más. La imaginación, el perfecto funcionamiento de los engranajes en las historias, el misterio de lo extraordinario y lo cotidiano, el cariño con el que las piezas son encajadas y la fuerza de las atmósferas se unen en estas diez preciosistas historias, con las casas como protagonistas, a una cuidada edición y una impactante portada para crear un obra hermosa sin duda.

Aunque ya hace tiempo que no paso por sus clases, continúo aprendiendo de su buen hacer y espero pasar algun tiempo más haciéndolo.

Es el momento de acompañarnos, dejad el abrigo y el sombrero en el perchero, el paragüas en la entrada, vigilad vuestros pasos no piséis al gato y pasad al salón, en el os espera un te, creo que hoy no ha caido nada extraño en la infusión, unas pastas y alguien sentado ante la chimenea que desea c ontaros unas maravillosas historias.

El programa podéis escontrarlo en ivoox o radio cunit, si el te no os mata y os quedáis con hambre, todos los programas están en nuestro canal.

Música, letra y malditos: Un Segundo en el infinito de Iván Albarracín. Radio Cunit, Programa 39

Música, letra y malditos: Un Segundo en el infinito de Iván Albarracín. Radio Cunit, Programa 39

Si nos escucháis, sin duda conoceréis y recordaréis a Iván. Nuestros programas no serían lo mismo sin su inestimable participación. El que esto escribe le considera un entrañable truhan, con el valor añadido de serlo en un tiempo en el que no hay lugar para entrañas y menos aún para truhanes, con sinvergüenzas de la peor calaña nos vamos apañando.

Capaz de proferir sin aspavientos y con total naturalidad las mayores animaladas, puede continuar la conversación con una atinada pregunta o un acertado y sorprendente comentario o apunte, todo ello sin cambiar el tono y sin despeinarse en exceso. Refrescantes contrastes en un tiempo uniforme, monótono y gris.

En esta ocasión nos acompaña para presentarnos su último libro: «Un Segundo en el Infinito». En el hace desfilar por un decrépito bar, al que todos tarde o temprano tendremos que acudir, un conjunto de personajes que nos explicarán historias, las suyas, al ritmo de la música de una vieja gramola; música que ellos han seleccionado, aquella capaz de resumir una vida.

Evocador planteamiento para todos los que en un momento u otro, hemos puesto un disco con la esperanza de encontrar, respuestas, consuelo o alivio entre sus notas y versos.

Escuchad el programa y luego comprad el libro, no os decepcionará, Iván no podría hacerlo, lo prohibe el código de honor de los truhanes. Y si os quedáis con ganas de más, tenemos el canal de ivoox para que nos escuchéis hasta que vuestros oidos sangren.

Conociendo a Cova y Tinta Púrpura. Radio Cunit, Programa 38

Conociendo a Cova y Tinta Púrpura. Radio Cunit, Programa 38

Cuando nos aburrimos de escucharnos (algo que sucede muy raras veces, nos encanta oir nuestra propia voz y sus inspirados consejos) buscamos algún(a) incáuto(a) que actue como contrapunto a nuestros egos desatados.

En esta ocasión engañamos a Covadonga Gónzales Pola (Cova) para que nos cuente porqué nace Tinta Púrpura. Siempre nos alegra el nacimiento de una nueva editorial y nos anima saber que continúan existiendo chaladas capaces de arriesgarse por un sueño.

Y nada mejor para conocer a alguien que escuchar su presentación (leerla sería más apropiado en este caso)

» Tinta Púrpura Ediciones nace con la intención clara de dar una oportunidad a escritores noveles y emergentes y de dar vida a obras que merecen un pequeño hueco en el panorama literario.

Tinta Púrpura busca, también reclamar el lugar de la literatura de género, en ocasiones arrinconada a un único público.»

Sólo os pedimos media hora de vuestra ajetreada vida, un suspiro si lo comparamos con el tiempo que pasáis mirando vuestro Whastapp, quizá no seamos tan divertidos como un meme, pero podemos aseguraros que somos originales, sea esto bueno o malo.

Aquí podéis escuchar el programa completo, si os decidís a dejar el móvil descansar, hay 37 programas más en el mismo sitio y (casi) todos ellos merecen la oportunidad de ser escuchados, sabemos que no siempre tenemos razón, pero al menos tenemos opinión. El lote completo en nuestro canal de ivoox.

Malvados Entrañables (Charla en Hispacon 17/11 -Salamanca-)

Malvados Entrañables (Charla en Hispacon 17/11 -Salamanca-)

A todos aquellos que lean este blog con cierta asiduidad el título les resultará familiar; no es esta la primera ocasión en la que escribo sobre este tema, ya lo hice a raíz de uno de nuestros programas de radio, dedicado -como imaginaréis- a estos personajes.

De aquel artículo hace algo más de dos años; pero tanto nos gustan que no sabemos resistirnos a su embrujo y volvimos a visitarlos en otro programa, grabado en esta ocasión en octubre del año pasado (de este también escribí reseña, la tenéis por aquí).

Como dicen que «no hay dos sin tres», nos embarcamos en el tercer encuentro; sin embargo, no será la radio el lugar donde nos encontremos con estos peligrosos individuos, nos vamos hasta Salamanca para hacerlo. La P.A.E. asiste un año más a la Hispacon y aprovechando el marco y la oportunidad que se nos brinda, volvemos a reflexionar sobre villanos, malvados, malos, bellacos y malandrines; canallas todos ellos que se diferencian los unos de los otros por la cantidad de maldad y simpatía que combinan en su quehacer. Cuanto mayor maldad más cercanos se encuentran de la villanía, edulcorados y rebajados con simpatía nos las veremos con malandrines y atractivos canallas.

De una u otra, resultan inevitables en casi cualquier historia. Tanto es así que en caso de no existir, nos veríamos los escritores y aspirantes en la obligación de inventarlos porque los necesitamos. Precisamos de la discrepancia y el antagonismo que suscitan y alimentan, nada hay como la «maldad» -la bondad resulta sin duda mucho más aburrida- para realzar, denigrar o perfilar a un personaje, bien sea por poseerla y usarla en abundancia, bien por lo contrario: oponerse heroicamente a sus representantes. El resultado deseado de esta confrontación sería un par de personajes contrastados, definidos, equilibrados (no hago referencia a la salud mental, me refiero aquí al equilibrio que producen los extremos en competencia) y atractivos; ambos, incluso el que sabemos que acabará derrotado. Los malos ampulosos, bocazas e irreales resultan tan aburridos como los «buenos» insípidos, tediosos, aburridos, planos y sin contrastes; estos, además de aburrirnos no se hacen merecedores de oponentes formidables y sin estos, les hurtamos las victorias colosales, no existen estás frente a oponentes mediocres (por más que en el fútbol intenten endosarnos de estas una cada dos semanas).

Tirando de este hilo y los contrastes se me ocurren algunos ejemplos, a saber.

Moriarty engrandece a Holmes con cada derrota, sin perder un ápice de su potencial, confiamos en que vuelvan a encontrarse y nos engañamos imaginando, cuando no deseando, un desenlace diferente. Como efecto colateral, Lestrade se nos ocurre cada vez más estúpido.

Voldemor hace soportable a Harry Potter. En mi caso, que me disculpen los fans, si no existiese tan satánico oponente sólo esperaria de Potter que se convirtiese en una afable y aburrida promesa fracasada o en un madurito con síndrome de Peter Pan.

Vader vuelve irrelevante a Skywalker y, a cambio, hace imprescindible la desfachatez, frescura y atractivo de Solo. El primero transita desde un villano memorable e icónico hasta un «soy malo porque el mundo me hizo así» que es una pizca frustrante. El segundo mantiene, para nuestro alivio, la esencia intacta. Hasta el penúltimo pastiche en el que se vuelve padre imperfecto y frustrado, lástima.

Si pasamos a mayores, Satán hace necesario a Dios, tanto es así que no nos causa extrañeza incongruencia que por fuerza representa que un ser omnipotente cuente con adversario alguno. En ocasiones me pregunto si la historia no será al revés y no habrá sido Satán quién inventó a Dios para engañarnos y hacernos creer que tenemos alguna posibilidad de no acabar en la residencia de Pedro Botero y fastidiarnos aún más cuando descubramos que nunca existió cielo alguno.

Jack, el único realmente conocido, visibiliza a Abberline. Sin el destripador no conoceríamos a quién lo investigó, y aún así he tenido que buscarlo en Google para recordar su nombre, conocía su existencia pero olvidé su nombre.

Jason nos descubre, enfrentándonos por tanto a nuestro oscuro ego, el inusitado placer asociado a eliminar adolescentes estúpidos.

Tenía intención de incluir en esta breve relación a Saddam y Bush (tanto padre como hijo lo combatieron convirtiéndolo en malvado y excusa familiar), pero me temo que el intento no salió muy bien, no podía ser de otra forms, era casi imposible hacer necesario a un personaje por naturaleza y actitud contingente.

Casi finalizando incluyo a Saurón, malo malísimo que precisa de tres maravillosos libros, la unión de varias razas y especies, toda la magia blanca disponible y la voluntad de millones de lectores para ser derrotado y que levante la mano quién no haya deseado que retorne si ello diese origen a una continuación tan genial como lo es «El señor de los anillos».

He hablado por aquí de algunos malvados descomunales, pero no todos son de este tipo, en el título hablo de los entrañables, aunque me temo que hasta los aborrecibles acaban cayendo en esta categoría, primero porque los extremos se atraen irremisiblemente y porque todos son de nuestra creación y como hijos, más o menos descarriados, los queremos.

De estos y todos los que se nos ocurran trataremos Iván Albarracín, Julía Díez, Manuel Gris y yo mismo en la charla. Si os pilla cerca de Salamanca consideradlo otro motivo, menor sin duda pero importante, para visitarla, si no tenéis esa suerte, ahí están los programas y seguro que volvemos a tratar este tópico en otra ocasión, «somos tan débiles que hasta nuestras debilidades nos vencen» (esto último es de Quino y solo a él pertenece la idea, yo me limito a repetirla)

Hablamos de H.P. Lovecraft. Radio Cunit, Programa 29

Hablamos de H.P. Lovecraft. Radio Cunit, Programa 29

La primera vez que escuché hablar de Lovecraft fue en el colegio, como sucedía con casi todo lo «prohibido» y divertido en aquellos años. Un compañero de aula que hubiese sido digno protagonista de una de las historias de aquel a quién me descubrió, me habló del personaje en uno de los recreos y al volver a clase me enseño el libro que estaba leyendo, no recuerdo cual de lo muchos títulos del autor era, si recuerdo que pertenecía a la excelente colección que Alianza Editorial tenía de él. Por curiosidad me acerqué a la sección circulante que por entonces había en la Biblioteca Nacional y me llevé a casa alguno de aquellos volúmenes. Si comencé con «En las montañas de la Locura» o fué «El caso de Charles Dexter Ward» lo primero que leí tampoco lo recuerdo, si se que después de la primera fueron varias las visitas que hice y agoté los fondos que la biblioteca tenía del autor.

Con algunos años más y mejor dotado de fondos, repetí la lectura, en aquella ocasión no fue necesario pasar por la biblioteca, sustituí esas visitas por otras al templo de los libros que siempre fue para mi la tienda de Espasa Calpe en la Gran Vía. No agoté en esta ocasión los fondos pero casi. Desde entonces son muchos los libros de Lovecraft que me acompañan, algunos en mis estanterías y otros esperando en cajas hasta que complete el traslado a Barcelona que inicié allá por el año 2003.

Siempre es buen momento para recuperar las historias de terror cósmico de Lovecraft, conocer la panoplia de dioses y personajes que construyó es un ejercicio placentero del que os invito a disfrutar.

Gemma Solsona, Alberto García, Iván Albarracín y yo mismo compartimos con vosotros nuestro cariño por este personaje y esperamos saber animaros a conocerlo si por desventura aún no lo habéis leído. Podéis escucharnos aquí o, como siempre, seguirnos en el canal de ivoox.